O Natal é cada vez mais cedo





É novembro, ainda. Cheira a castanhas e a fogareiros e já vemos luzes de Natal em ruas e vielas, centros comerciais e casas de família. Proliferam os apelos na televisão e na Internet de promoções miraculosas que antevêem a troca de prendas anual. Há uns dias, ao olhar para um outdoor que dizia: "prepara-te, o Pai Natal chega a 11 de novembro ao shopping X”, fiquei baralhada. Então, o senhor de barbas já anda por aí?! No meu tempo, ele começava a sua viagem de renas para visitar as crianças do mundo inteiro, na noite mais mágica de todas, a de 24 de dezembro. 



Tenho saudades do tempo que antecedia o dia de Natal quando eu era miúda. Não se trata, apenas, do saudosismo barato de quem vê a idade a avançar. O que penso é que nos dias de hoje, as crianças não têm oportunidade de absorver um dos aspetos mais importantes do espírito original desta época que consiste, precisamente, na espera, no advento. Costuma dizer-se que “o melhor da festa é esperar por ela!” e eu concordo em absoluto. Atualmente não se trabalha a paciência, antes pelo contrário; pois vivemos num mundo completamente acelerado. Tudo corre rápido demais, o que importa é que se ponha uma foto no facebook para provar que aconteceu. Aliás, não há tempo para saborear momentos, engole-se diretamente porque é mais fácil - até a fruta já vem em frascos de beber tipo shot… “já comemos fruta hoje!”, como diz o slogan de uma marca conhecida de sumos.





Uma das atividades preferidas do advento da minha infância era pedir ao nosso pai para nos levar a dar uma volta de carro, à noite, para que pudéssemos vislumbrar as luzes de Natal. Não se tratava, somente, de uma observação inocente, pois transformávamos a tarefa em causa em algo mais profissional, incorporando o perfil de júri que efetuava comparações dos maiores enfeites ou das animações mais inovadoras. De dia para dia, o número de casas enfeitadas aumentava e era um espetáculo puramente mágico, aquele em que eu podia assistir dentro do carro – a gasolina também era consideravelmente mais barata no tempo dos dinossauros. Para mim, aqueles momentos serviam de inspiração para umas histórias criativas que eu gostava de imaginar: como é o que o Pai Natal vai conseguir entrar naquela casa ou naquele jardim?


Independente de ser mais ou menos fã desta altura do ano – isso daria mais uns quantos textos sobre festividades – perturba-me a falta de dedicação ao próprio espírito natalício. Dêem-lhe tempo e espaço para ele se manifeste como manda a tradição e possa encarnar, nem que seja, um bocadinho, em cada um de nós. Com paciência, a espera vale a pena. 


_______________________________________________________________

Texto en Español





La Navidad es cada vez más temprano



Es noviembre, aún. Hay aún olor a otoño y ya se ven las luces de navidad en las calles, centros comerciales y casas de familia. Proliferan los llamamientos en la televisión y en Internet de promociones milagrosas que prevean el intercambio de regalos anuales. Este año, al mirar a un outdoor que decía: 'prepárate, el Papá Noel llega el día a 11 de noviembre al centro comercial X', me quedé confundida. Entonces, el señor de barbas ya anda por ahí? En mi tiempo, empezaba su viaje de renos para visitar a los niños de todo el mundo, en la noche más mágica de todos, el 24 de diciembre.

Extraño el tiempo que antecedía al día de Navidad cuando era niña. No se trata, sólo, de una nostalgia barata de quien ve la edad avanzar. Lo que pienso es que en los días de hoy, los niños no tienen oportunidad de absorber uno de los aspectos más importantes del espíritu original de esta época que consiste precisamente en la espera, en el advenimiento. Suele decirse que "lo mejor de la fiesta es esperar por ella!" Y estoy de acuerdo en absoluto. Actualmente no se trabaja la paciencia, en cambio; porque vivimos en un mundo completamente acelerado. Todo corre demasiado rápido, lo que importa es que se ponga una foto en facebook para probar que sucedió. De hecho, no hay tiempo para saborear momentos, se traga directamente porque es más fácil - hasta la fruta ya viene en frascos de beber tipo de un trago ... "ya comemos fruta hoy!", Como dice el eslogan de una marca conocida de jugos.

Una de las tareas preferidas del advenimiento de mi infancia era pedir a nuestro padre que nos lleve a dar una vuelta en coche por la noche para que pudiéramos vislumbrar las luces de Navidad. No se trataba sólo de una observación inocente, pues transformábamos la tarea en cuestión en algo más profesional, incorporando el perfil de jurado que efectuaba comparaciones de los mayores adornos o de las animaciones más innovadoras. Día a día, había más casas adornadas y era un espectáculo puramente mágico, aquel en que yo podía ver dentro del coche - la gasolina también era considerablemente más barata en el tiempo de los dinosaurios. Para mí, esos momentos servían de inspiración para unas historias creativas que me gustaba imaginar: ¿cómo Papá Noel va entrar en aquella casa o en aquel jardín?

Independiente de ser más o menos fan de esta época del año - eso daría unos cuantos textos más sobre festividades - me perturba la falta de dedicación al propio espíritu navideño. Le dan tiempo y espacio para que se manifieste como pide la tradición y pueda encarnar, ni que sea, un poquito, en cada uno de nosotros. Con paciencia, la espera vale la pena.

Comentários

Mensagens populares