Flores, muitas flores!

 

Flores, muitas flores! Um tapete de flores, coloridas, de tonalidades jamais vistas, criando um ambiente de harmonia. Plantas de todas as variedades e origens, viçosas e brilhantes, como decoração de um espaço cheio de luz. Uma música alta, vibrante, ecoando aos sete ventos, intercalada com o som dos pássaros, ao ritmo das frequências do silêncio. E amor, amor, festa e amor!

Este é o cenário que, nos meus sonhos, na minha alma cheia de imaginação, corresponde ao dia de hoje. Uma festa de aniversário, bonita, para celebrar os teus 76 anos - 27 deles vividos num outro plano, em que deixámos de poder sentir o teu toque e o teu aroma. Cheiravas tão bem, mãe!  -  às vezes,  parece que me cruzo com esse cheiro, assim, numa fração de fração de segundo, e quero prolongar esse instante.

As saudades não se apagam, mas consigo matá-las, um bocadinho, nos pequenos milagres que vou recebendo. Consigo ver-te nas plantas aqui de casa, graças à dedicação do Rui, nos cozinhados que vou aprimorando, lembrando-me das tuas dicas, no semblante da Daniela e na sua capacidade de organização e de limpeza, na maneira de falar dos meus tios ou na memória de outros familiares e amigos. Até mesmo em alguns gestos de desconhecidos ou nas parecenças físicas de mulheres com quem me cruzo na rua. Penso como serias tu, agora?

Por tudo isso que me completa, continuo a celebrar-te. Continuo a festejar o dia em que o mundo te conheceu. Presenteaste quem passou por ti com a tua força, a tua generosidade e alegria.

Hoje honro a tua vida e sei que a melhor homenagem é VIVER.

Parabéns, Marta!

“Foi o tempo que dedicaste à tua rosa que a fez tão importante.”

(In O Príncipezinho)

Texto en Español

Flores, muchas flores!

¡Flores, muchas flores! Una alfombra de flores, coloridas, de tonalidades jamás vistas, creando un ambiente de armonía. Plantas de todas las variedades y orígenes, exuberantes y brillantes, como decoración de un espacio lleno de luz. Una música fuerte, vibrante, haciendo eco a los siete vientos, intercalada con el sonido de los pájaros, al ritmo de las frecuencias del silencio. ¡Y amor, amor, fiesta y amor!

Este es el escenario que, en mis sueños, en mi alma llena de imaginación, corresponde al día de hoy. Una hermosa fiesta de cumpleaños para celebrar tus 76 años - 27 de ellos vividos en otro plano, en el que ya no podemos sentir tu toque y tu aroma. Olías tan bien, mamá!  -  a veces, parece que me cruzo con ese olor, así, en una fracción de segundo, y quiero prolongar ese instante.

La nostalgia no se apaga, pero puedo matarla, un poco, en los pequeños milagros que recibo. Puedo verte en las plantas de casa, gracias a la dedicación de Rui, en los cocinados que voy perfeccionando, recordando tus consejos, en el semblante de Daniela y en su capacidad de organización y limpieza, en la manera de hablar de mis tíos o en la memoria de otros familiares y amigos. Incluso en algunos gestos de desconocidos o en las semejanzas físicas de mujeres con las que me cruzo en la calle. Me pregunto ¿cómo serías ahora?

Por todo eso que me completa, te sigo celebrando. Sigo celebrando el día que el mundo te conoció. Has regalado a quien ha pasado por ti tu fuerza, tu generosidad y alegría.

Hoy honro tu vida y sé que el mejor homenaje es VIVIR.

¡Feliz cumpleaños, Marta!

“Es el tiempo que le dedicaste a tu rosa que la hizo tan importante”

(El Principito)