Já te olhaste ao espelho, hoje?



De repente, estás muito disponível para postar nas redes sociais que és generoso. Que estás preocupado. Que choras pela guerra e pelo mundo que está um caos – e está, sem dúvida! Tal como a Alice (do país das maravilhas), podes espreitar para dentro. Talvez te encontres, te (re) descubras. Já te olhaste ao espelho, hoje?


Já perdeste um bocadinho de tempo para te conheceres? Para vasculhares dentro da tua alma o que verdadeiramente fazes pelo mundo, pelo ambiente, pelas pessoas? Todas. Não basta mandar um pacote de arroz para longe para comprar o teu lugarzinho no céu. Ou será que isso é suficiente para que o teu ego se sinta inchado pela máscara da generosidade?

Estás muito empenhado em aparentar que és altruísta, que contribuis, que estás comovido. Sim, há uma guerra (aliás várias, em diversos pontos do globo). É demasiado triste, completamente injusto. É natural que mexa connosco – mal seria se nos fosse indiferente.

No entanto, parece que agora está na moda publicar que se é solidário. Não basta sê-lo; temos de espalhar a boa nova aos 7 ventos, se não, não dá pontos. Se for possível, em cada conversa de café, mostrar uma ou outra lágrima de crocodilo, mesmo que encarnemos, a maior parte do tempo, os maiores sacanas (em casa, no trabalho, na rua ou até connosco próprios). Por exemplo, o vizinho que precisa de ajuda e tu finges que nunca vês; aquela pessoa que necessita da tua atenção, nem que fossem somente 5 minutos, mas nunca tens tempo para nada – “é a vida!”; o amigo que não ligas há séculos e não queres saber se ele carece da tua escuta, do teu abraço...

Talvez fosse construtivo que os acontecimentos trágicos (como a pandemia, a guerra, as catástrofes naturais, etc.) te fizessem dar o salto de consciência.

Já te olhaste ao espelho, hoje? E que tal? O que fazes para melhorar o (teu, nosso) mundo?

Cada gesto conta. A compaixão multiplica-se e a paz (também) está dentro de nós.


“Que maravilha seria que ninguém precisasse de esperar um único momento para melhorar o mundo.”

(Anne Frank)



¿Te has mirado en el espejo hoy?


De repente, estás muy disponible para publicar en las redes sociales que eres generoso. Que estás preocupado. Que lloras por la guerra y por el mundo que está en caos – ¡y lo está, sin duda! Como Alicia (del País de las Maravillas), puedes mirar adentro. Quizás te encuentres a ti mismo, (re)descubras a ti mismo. ¿Te has mirado en el espejo hoy?

¿Has perdido un poco de tiempo conociéndote a ti mismo? Para buscar dentro de tu alma, ¿qué haces realmente por el mundo, por el medio ambiente, por las personas? - todas. No es suficiente enviar un paquete de arroz lejos para comprar tu pequeño lugar en el cielo. ¿O es eso suficiente para que tu ego se sienta hinchado por la máscara de la generosidad?

Eres muy empeñado en parecer desinteresado, que aportas, que te emocionas. Sí, hay una guerra (de hecho varias, en diferentes partes del globo). Es demasiado triste, completamente injusto. Es natural que nos moleste, estaría mal que nos fuera indiferente.

Sin embargo, parece que ahora está de moda publicar la solidaridad. No es suficiente serlo; hay que dar la buena noticia a los 7 vientos, si no no suma puntos. Si es posible, en cada charla, mostrar alguna que otra lágrima, aunque encarnemos, la mayoría de las veces, a los mayores hijos de puta (en casa, en el trabajo, en la calle o incluso con nosotros mismos).

Por ejemplo, el vecino que necesita ayuda y tú finges que nunca ves. Esa persona que necesita tu atención, aunque solo sean 5 minutos, pero nunca tienes tiempo para nada – “¡así es la vida!”. El amigo al que no has llamado en siglos y no te importa si necesita tu escucha, tu abrazo.

Quizás sería constructivo que los hechos trágicos (como la pandemia, la guerra, las catástrofes naturales, etc.) te hicieran dar un salto de conciencia.

¿Te has mirado en el espejo hoy? ¿Qué haces para mejorar el mundo?

Cada gesto cuenta. La compasión se multiplica y la paz (también) está dentro de nosotros.



“Qué maravilloso sería si nadie tuviera que esperar un solo momento para mejorar el mundo”.


(Ana Frank)

Comentários

Mensagens populares