Ser ou não ser autêntico

 

Numa era em que o avanço tecnológico amplia a criação de novas e incríveis possibilidades de interagir com o mundo como, por exemplo, as cirurgias estéticas, as imagens produzidas pela inteligência artificial ou a panóplia de maquinaria que tem vindo a substituir a mão humana em inúmeras tarefas do dia-a-dia, impõe-se a reflexão do que representa ser autêntico. Isto somado à hegemonia das redes sociais que nos fizeram acreditar no poder dos filtros para tornar os corpos perfeitos, à luz das stories e dos reels que nos “permitem” existir…

Em plena época natalícia, na qual a pressão para estarmos em determinado local, com determinadas pessoas, desfilando a nossa cara de felicidade, ao som do Gingle Bells, se revela evidente, um pouco por todo o lado, fui pesquisar, no dicionário, o significado da palavra “autenticidade”. Dentro das opções encontradas, destaco a expressão que se refere a “autêntico” como algo “que não sofreu nenhuma alteração, adulteração ou corrupção”.

Para mim, ser autêntico é ser fiel a si próprio, vivendo em coerência entre mente, coração e corpo. Consiste em estar verdadeiramente presente no quotidiano, seja qual for a circunstância, dotado de uma sensação de paz interior. A alma habita o espaço onde a essência nos encontra e daí nasce a nossa autenticidade, pois podemos ser, simplesmente, quem somos - e não há nada melhor do que isso.

Creio que o mundo de hoje tende a refrear a autenticidade, por ser mais fácil manipular as pessoas que não são leais a si mesmas. Os lobbies e a política são feitos de jogos de máscaras, e o consumismo aproveita-se dessa fragilidade para nos sacar mais uns trocos, quando tentamos ser algo completamente diferente do que o nos palpita cá dentro.

Gabor Mate, um médico especialista na área do Trauma, refere que a falta de autenticidade, na sociedade atual, convoca o desenvolvimento de doenças, bem como dos estados de depressão e de falta de sentido. Trata-se, assim, de um problema de saúde pública, para o qual nos negamos, constantemente, a olhar. Olhar com verdade.

Que 2025 nos traga muitos (mais) momentos de autenticidade!

 

Texto en Español

Ser o no ser auténtico

En una época en la que el avance tecnológico amplía la creación de nuevas e increíbles posibilidades de interactuar con el mundo como, por ejemplo, las cirugías estéticas, las imágenes producidas por la inteligencia artificial o la panoplia de maquinaria que ha venido sustituyendo a la mano humana en innumerables tareas del día a día, se impone la reflexión de lo que representa ser auténtico. Esto sumado a la hegemonía de las redes sociales que nos hicieron creer en el poder de los filtros para hacer cuerpos perfectos, a la luz de las stories y de los reels que "nos permiten" existir...

En plena época de Navidad, en la que la presión para estar en determinado lugar, con determinadas personas , desfilando nuestra cara de felicidad, al sonido del Gingle Bells, se revela evidente, un poco por todas partes, fui a buscar, en el diccionario, el significado de la palabra "la autenticidad". Dentro de las opciones encontradas, destaco la expresión que se refiere a "auténtico" como algo "que no sufrió ninguna alteración, adulteración o corrupción".

Para mí, ser auténtico es ser fiel a uno mismo, viviendo en coherencia entre mente, corazón y cuerpo. Consiste en estar verdaderamente presente en la vida cotidiana, sea cual sea la circunstancia, dotado de una sensación de paz interior. El alma habita el espacio donde la esencia nos encuentra y de ahí nace nuestra autenticidad, pues podemos ser, simplemente, quienes somos - y no hay nada mejor que eso.

Creo que el mundo de hoy tiende a frenar la autenticidad, porque es más fácil manipular a las personas que no son leales a sí mismas. Los lobbies y la política están hechos de juegos de máscaras, y el consumismo se aprovecha de esta fragilidad para sacarnos más dinero, cuando intentamos ser algo completamente diferente de lo que nos palpita dentro.

Gabor Mate, un médico especialista en el área de trauma, dice que la falta de autenticidad, en la sociedad actual, convoca al desarrollo de enfermedades, así como estados de depresión y falta de sentido. Se trata, pues, de un problema de salud pública, al que nos negamos, constantemente, a mirar. Mirar con verdad.

Que el 2025 nos traiga muchos (mas) momentos de autenticidad!


"Solo lo que somos realmente tiene el poder de curarnos."

(Carl Jung)

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