I'll see you in my dreams
- Estava a sonhar. Foi tão bonito!
- Então, volta a dormir, volta
para o sonho.
Eu lá tentei, mas o sono levou–me
para outras paragens. Os sonhos costumam ser meninos rebeldes que dificilmente obedecem
às nossas ordens e, neste caso, acabei por tropeçar noutros conteúdos (banais),
os quais já não me lembro.
Autoria da Imagem: Adriana Oliveira (MundoFlo)
Sonhei com ela. Desde que partiu – há mais de 20 anos - é raro tê-la nos meus sonhos. Nas poucas ocasiões em que sucedeu, especialmente nos primeiros anos, em que a dor se revelava mais profunda, os sonhos não eram bons. Acordava, várias vezes, a chorar ou com uma enorme angústia no peito. Por isso, habituei-me à sua ausência, tanto nos meus dias, como nos momentos de descanso na almofada.
Mas hoje sonhei com ela: o
conteúdo em si, não interessa propriamente. Releva-se a felicidade da sua
presença, mais uma vez. O sonho reportava ao momento atual, em que sou adulta e
estávamos as duas, em amena cavaqueira,
(re)visitando pessoas e lugares antigos. Como é bom conversar com a Dona Marta!
- achava que me tinha esquecido disso. A
sua capacidade de empatia, o seu bom humor e as suas gargalhadas. De tão
generosa, torna-se fantástico partilhar coisas
com ela. Despedimo-nos cedo demais nesta vida e a minha idade precoce não nos permitiu
uma ampla troca de experiências, de conversetas
de mulher para mulher. Porém, no meu sonho, por breves instantes, isso
aconteceu, de verdade.
Já é de manhã e as rotinas
esperam-me. Vou para o trabalho cerrando os punhos para não me esquecer do sonho
- cada minuto do dia afasta-me mais daquelas
imagens. Do seu rosto. Da sua voz. De como me sinto ao seu lado.
Rogo, agora, para que seja possível, outras vezes, voltar a vê-la. Em sonhos, não importa, como diz a canção de Joe Brown: “I'll see you in my dreams...!”. Para voltarmos a ser o que fomos, o que somos. Companheiras e cúmplices. Mãe e filha.
Texto en Español
I'll
see you in my dreams
(te véo en mis sueños)
(te véo en mis sueños)
- Estaba soñando. ¡Fue tan
hermoso!
- Entonces, vuelve a dormir,
vuelve al sueño.
Yo intenté, pero el sueño me
llevó a otras paradas. Los sueños suelen ser niños rebeldes que difícilmente
obedecen a nuestras órdenes y, en este caso, termine tropezando en otros
contenidos (corrientes), los cuales ya no me acuerdo.
Soñé con ella. Desde que partió
- hace más de 20 años - es raro tenerla en mis sueños. En las pocas ocasiones
en que sucedió, especialmente en los primeros años, en que el dolor se revelaba
más profundo, los sueños no eran buenos. Me despertaba, varias veces, llorando
o con una angustia enorme en el pecho. Por eso, me acostumbré a su ausencia,
tanto en mis días, como en los momentos de descanso en la almohada.
Pero hoy soñé con ella: el
contenido en sí, no interesa mucho. Se destaca la felicidad de su presencia,
una vez más. El sueño reportaba al momento actual, en que soy adulta y
estábamos las dos, en una linda charla, (re) visitando personas y lugares
antiguos. ¡Qué bueno es charlar con Marta! - creía que me había olvidado de
eso. Su capacidad de empatía, su buen humor y sus carcajadas. De tan generosa, es
hermoso compartir cosas con ella. Nos despedimos demasiado temprano en esta
vida y mi edad precoz no nos permitió un amplio intercambio de experiencias, de
charlas de mujer para mujer. Pero, en mi sueño, por breves instantes, eso
sucedió, de verdad.
Ya es por la mañana y las
rutinas me esperan. Me voy al trabajo cerrando los puños para no olvidarme del
sueño - cada minuto del día me aleja más de esas imágenes. De su cara. De su voz.
De cómo me siento al lado suyo.
Ruego, ahora, para que sea
posible, otras veces, volver a verla. En los sueños, no importa, como dice la
canción de Joe Brown: "I'll see you in my dreams ...!". Para volver a
ser lo que fuimos, lo que somos. Compañeras y cómplices. Madre y hija.
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