Saudade

"A vida não é o que  se vive, é o que se lembra e como se lembra para contá-lo."

(Gabriel García Márquez)

Sempre fui ligada às memórias, porém, nos últimos tempos, tenho-me sentido mais aberta ao (re) encontro com velhas recordações. Tenho-me lembrado, instantaneamente, de episódios que tinham ficado guardado em “gavetas” durante anos e anos – que bom é saber que eles existiram (mesmo que sejam os menos bons), pois fazem parte da caminhada me conduziu até aqui.

Estes dias, avariou-se a nossa televisão e, talvez por coincidir a época do ano, dei por mim, a rebobinar para um episódio que ocorreu, imediatamente, após a morte da nossa mãe. Chegados a casa, a televisão não funcionava - nada pior para aumentar o clima de melancolia do que não ter alguma forma de entretenimento. O nosso pai acabou por resolver o problema, pedindo a um vizinho que nos emprestasse outra, enquanto o aparelho fosse para arranjo. No meio do caos, reparámos, também, que os periquitos (“Guterres” e “Amália”) tinham deixado de cantar, não se ouvia nem um pio - a tristeza tinha-se instalado, oficialmente, no nosso lar, configurada em vários formatos. Também me lembro de ouvir, nesse dia, a música da Mariah Carey “I cant live without you” e sentir uma dor forte no peito; desde esse instante a saudade passou a fazer parte do meu coração.

O tempo é sábio, os dias foram passando e todos nós aprendemos a viver sem ela – até os passarinhos voltaram a cantar, a seu tempo. A profecia do meu pai tinha-se tornado real, mantivemo-nos unidos e determinados em seguir em frente – como ela também haveria de querer. A falta que ela nos faz, continua - talvez hoje, mais do que nunca. Mulheres feitas, é na partilha das alegrias que mais sentimos a sua ausência, ao imaginar que poderia ter vivido tantas bênçãos ao nosso lado.

Uma das sabedorias dos grandes mestres é reconhecer que não poderíamos estar noutro local, neste momento. Cada um tem o seu percurso e o que vivemos faz parte dos desígnios do Universo – é importante aceitar.

O que ficou, o que ninguém nunca nos poderá tirar, é o seu amor por nós, vibrante e infinito - a estrela que nos guia a cada passo, a cada dilema, a cada transformação.


Texto en Español

Nostalgia

Siempre he estado vinculada a la memoria, sin embargo, en los últimos tempos me he sentido más abierta al (re) encuentro con los viejos recuerdos. He recordado, instantáneamente, episodios que habían estado guardados en “cajones” durante años y años - qué bueno es saber que existieron (aunque sean los menos buenos), ya que son parte del viaje que me llevó hasta aquí.

En estos días, nuestra televisión se estropeó y, tal vez porque coincidía la época del año, me encontré rebobinando un episodio que ocurrió inmediatamente después de la muerte de nuestra madre. Una vez en casa, la televisión no funcionaba, nada peor para agregar al estado de ánimo de melancolía que no tener alguna forma de entretenimiento. Nuestro papá solucionó el problema, pidiendo a un vecino que nos prestara otro, mientras el dispositivo estaba en reparación. En medio del caos, también notamos que los pajaritos (“Guterres” y “Amália”) habían dejado de cantar, no se escuchó un único sonido - la tristeza se había instalado oficialmente en nuestra casa, configurada en varios formatos . También recuerdo escuchar la canción de Mariah Carey “No puedo vivir sin ti” ese día y sentir un fuerte dolor en mi pecho; desde ese momento, la nostalgia se ha convertido en parte de mi corazón.

El tiempo es sabio, los días pasaron y todos aprendimos a vivir sin ella, incluso los pájaros empezaron a cantar de nuevo, a su tiempo. La profecía de mi papá se había hecho realidad, estábamos juntos y decididos a seguir adelante, como ella también hubiera querido. La falta que nos provoca continúa, quizás hoy, más que nunca. Hechas mujeres, es en compartir las alegrías que más extrañamos su ausencia, imaginando que pudieron haber vivido tantas bendiciones a nuestro lado.

Una de las sabidurías de los grandes maestros es reconocer que no podríamos estar en otro lugar, en este momento. Cada uno tiene su propio camino y lo que vivimos es parte de los diseños del universo, es importante aceptarlo.

Lo que queda, lo que nadie nos podrá quitar, es su amor por nosotros, vibrante e infinito, la estrella que nos guía en cada paso, en cada dilema, en cada transformación.

 

 

Comentários

Mensagens populares