Solstício de verão

Os dias passam e já vamos a meio de mais um ano. Com pandemias e afins, pensamos que o relógio também anda confinado – e devia! Com tanta quarentena, teletrabalho e distanciamento físico, devíamos ter um crédito de uns longos meses de vida – plena e boa! Podiam inventar uma tecnologia avançada que permitisse congelar o tempo para ser usado em alturas mais convenientes.

Seria interessante, em alguns momentos, que houvesse uma tecnologia que acionasse gavetas antigas e pudéssemos saltar para os instantes mágicos, tipo “regresso ao passado” - sobretudo para os que nem tivemos a noção de que eram assim tão especiais, esses são os melhores! Sem expetativas, sem a cobrança do que é mais ou menos importante … os que se vivem, pura e simplesmente!

Também dava jeito - já pensei nisso tantas vezes - nas alturas mais duras, clicar num botão e… já estávamos no futuro! Ufa, a salvo na ilha, depois da tempestade e das ondas que quase nos levaram para o fundo do mar. Era bom, não era?!


Hoje celebra-se o dia do solstício de verão, o maior dia do ano. É deprimente pensar que a partir daqui ...os dias serão mais pequenos. Agora que isto começa a ficar bom é que diminuem? Realmente, quem inventou estas dinâmicas temporais tinha um sentido do humor um bocadinho particular, não acham?!

Várias tradições e rituais celebram este dia, no mundo inteiro. Há quem diga que é de bom augúrio assistir ao nascer do sol – a menos que o céu esteja completamente fechado e, por isso, o esforço de abrirem a pestana àquela hora da madrugada não valha a pena - vale sempre a pena, quando a alma não é pequena, já dizia o Fernando Pessoa.

E que tal pararmos para agradecer, este primeiro semestre do ano? Há sempre tanto por que podemos ser gratos, não podemos deixar-nos convencer pelas notícias e jornais sensacionalistas de que tudo é mau, negativo e nefasto.

A vida segue e o tempo não congela – a patente dessa invenção será minha, algum dia. Além dos números de infetados que nos enchem os ouvidos, há que olhar em frente, há que driblar o tempo. Sair para caminhar em plena chuva, só pelo prazer de dizer que estou aqui. Observar uma rosa amarela, imaculadamente pintada. Ouvir os pássaros no seu cantarolar, ou os grilos. Se puderem contemplar os pirilampos, naquele modo meio alucinado, também pode ser um belo de um espetáculo de magia. Eu tiro-lhes o chapéu, sem dúvida.

Vamos lá, solstício de verão, congela só um bocadinho. Congela no instante de paz e deixa-nos viver.... cada segundo como nunca mais.

“E a coisa mais divina
Que há no mundo
É viver cada segundo
Como nunca mais”
(Vinicius de Moraes)
Texto en Español


Solsticio de Verano

Pasan los días y ya estamos a mitad de año. Con la pandemia, creemos que el reloj también está limitado, ¡y debería estar! Con tanta cuarentena, teletrabajo y distancia física, deberíamos tener un crédito por unos largos meses de vida, ¡completos y buenos! Podrían inventar una tecnología avanzada que permitiría que el tiempo de congelación se utilizara en momentos más convenientes.

Sería interesante, a veces, si hubiera una tecnología que activara cajones viejos y pudiéramos saltar a los momentos mágicos, como "volver al pasado", especialmente aquellos que ni siquiera nos dimos cuenta que eran tan especiales, estos son los mejores! Sin expectativas, sin exigir lo más o menos importante… ¡los que se viven, pura y simplemente!

También sería útil, lo he pensado tantas veces, en los momentos más difíciles, hacer clic en un botón y ... ¡ya estábamos en el futuro! Uf, a salvo en la isla, después de la tormenta y las olas que casi nos llevan al fondo del mar. Sería bueno, ¿no?

Hoy es el día del solsticio de verano, el día más largo del año en el Hemisferio Norte. Es deprimente pensar que a partir de ahora los días son más pequeños. Ahora que esto comienza a mejorar, ¿están disminuyendo? Realmente, quien inventó estas dinámicas temporales tenía un sentido del humor bastante particular, ¿no crees?

Varias tradiciones y rituales celebran este día en todo el mundo. Hay quienes dicen que es un buen augurio ver el amanecer -a menos que el cielo esté completamente cerrado y, por lo tanto, el esfuerzo de abrir las pestañas a esa hora de la mañana no merece la pena- siempre merece la pena, cuando el alma no es pequeña, decía Fernando Pessoa.

¿Qué tal si nos detenemos a dar las gracias por esta primera mitad del año? Siempre hay mucho que agradecer, las noticias sensacionales y los periódicos no nos pueden convencer de que todo es malo o negativo.

La vida continúa y el tiempo no se congela - la patente de este invento será mía algún día. Además de la cantidad de personas infectadas que nos llenan los oídos, debemos mirar hacia adelante, debemos disfrutar el tiempo. Salir a caminar bajo la lluvia, solo por el placer de decir que estoy aquí. Observar una rosa amarilla, delicadamente pintada. Escuchar los pájaros, o los grillos. Si puedes ver las luciérnagas, de esa manera medio loca, también puede ser todo un espectáculo de magia.

Vamos, tiempo de verano, congela un poco. Congela en el instante de paz.

"Y lo más divino

que hay en el mundo

Está viviendo cada segundo

Como nunca más”

(Vinicius de Moraes)


Comentários

Mensagens populares