Monsieur Aznavour

Sempre que ouço o nome Aznavour, recuo, mentalmente, aos sábados da minha adolescência, em que o meu pai punha a tocar um dos álbuns do artista, em espanhol, como pano de fundo para as nossas lides domésticas. Recordo-me de pensar que aquela era música de velhos e que eu jamais me iria encantar por esse tipo de melodia. Uns anos mais tarde, percebi que estava enganada e hoje agradeço a oportunidade de ter conhecido alguns ícones culturais através da minha família.

Acabou de estrear o filme “Monsieur Aznavour” que retrata a vida e obra do grande artista francês, de renome internacional, Charles Aznavour. Vale a pena ver, não só pela dedicação do ator Tahar Rahim numa interpretação muito convincente, mas também pela inteligente combinação entre os elementos musicais e as componentes históricas. Todavia, o que mais me impressionou, nesta obra, foi a mensagem sobre o valor do trabalho, a persistência e a determinação do ser humano.

De facto, Aznavour era incansável; trabalhou até morrer, com 94 anos. Há quem diga que seria um workaholic, mas para ele compor e interpretar canções estava muito além da própria existência. Escrever, escrever, escrever… nos seus milhares de cadernos que passaram a ser o berço das mais belas canções de amor. Compôs sobre a vida, a morte e todos os temas que cabem na dimensão humana, não se esquecendo, nunca, das suas origens. Filho de refugiados, cedo aprendeu a desenrascar-se e a lutar pela vida. Nunca desistiu, mesmo quando não davam nada por ele… empenhou-se, afincadamente, até conseguir os aplausos tão desejados.

Continuaremos a ouvi-lo e aplaudi-lo de pé. Porque a criação nunca morre e é tão bom sermos inspirados por exemplos como este.

Merci, Monsieur Aznavour!

 

Texto en español

Señor Aznavour

Cada vez que oigo el nombre de Aznavour, me acuerdo de los sábados de mi adolescencia, cuando mi papá ponía a tocar los discos del artista, en español, como telón de fondo para las limpiezas de la casa. Recuerdo haber pensado que esa era música de viejos y que nunca me encantaría por ese tipo de melodía. Unos años más tarde, me di cuenta de que estaba equivocada y hoy agradezco la oportunidad de haber conocido algunos iconos culturales a través de mi familia.

Acaba de estrenarse la película "Monsieur Aznavour" que retrata la vida y obra del gran artista francés, de renombre internacional, Charles Aznavour. Vale la pena verla, no solo por la dedicación del actor Tahar Rahim en una interpretación muy convincente, sino también por la inteligente combinación entre los elementos musicales y los componentes históricos. Sin embargo, lo que más me impresionó en esta obra fue el mensaje sobre el valor del trabajo, la persistencia y la determinación del ser humano.

De hecho, Aznavour era incansable; trabajó hasta la muerte, a los 94 años. Algunos dicen que sería un adicto al trabajo, pero para él componer e interpretar canciones estaba mucho más allá de la propia existencia. Escribir, escribir, escribir... en sus miles de cuadernos que pasaron a ser la cuna de las más bellas canciones de amor. Compuso sobre la vida, la muerte y todos los temas que caben en la dimensión humana, sin olvidar nunca sus orígenes. Hijo de refugiados, pronto aprendió a desenredarse y a luchar por la vida. Nunca se rindió, incluso cuando no daban nada por él... se esforzó hasta conseguir los tan deseados aplausos.

Continuaremos escuchándolo y aplaudiéndolo de pie. Porque la creación nunca muere y es tan bueno ser inspirado por ejemplos como este.

Merci, Monsieur Aznavour!