Como o caranguejo…

 

O caranguejo, sensível ao desconhecido, esconde-se na retaguarda dos calhaus, tornando-se difícil distinguir a sua forma, já que alberga uma vestimenta do mesmo tom do entorno que escolheu para habitar. Nem sei bem qual será a dita cor, talvez um castanho acinzentado… por vezes, muito escuro, quando a água do mar o salpica, num vai e vem, rítmico. E é assim que o animal passa a sua existência, tomando a maresia como uma cúmplice, fiel ao gosto salgado que lhe penetra a carapaça.

Encontro identificação nas características deste bicho que dizem ser o símbolo do signo do Zodíaco, Caranguejo, numa estreita ligação ao mundo aquático. De todos os elementos da Natureza, a água consiste na minha maior fonte de inspiração para ser, simplesmente, eu. Confesso que me é difícil explicá-lo por palavras, trata-se de uma sensação que emerge, naturalmente, através da minha pele e me conduz a um estado de serenidade, seja qual for a circunstância.

Há algo em mim que me empurra até ao banho de mar ou de rio, mesmo que a temperatura não seja convidativa para a maior parte das pessoas. Sinto uma energia de acolhimento, que me possibilita limpar tudo o que me pesa, me preocupa e me desgasta. A cada mergulho, deixo, por ali, um pouco das minhas capas, dos meus esforços e das minhas dores. As angústias e frustrações são sugadas pela maré para bem longe e as ondas esfoliam os subterfúgios das sombras que a ninguém confesso.

Por fim, permaneço de barriga para cima, em modo de flutuação, percebendo o sol a bater na cara e o movimento da água, massajando cada célula do meu sagrado corpo. Por breves instantes, a mente esvazia-se por completo, demoro-me no “nada” que se transforma no “tudo”, num prelúdio de felicidade.

Como o caranguejo, as lágrimas misturam-se com a imensidão do mar, numa fusão de paz e compreensão infinita. Agradeço, pela oportunidade de estar ali, colhendo a dádiva de (re)nascer, mais uma vez.

“Há uma espécie de céu no mar, onde as raias voam como pássaros, as estrelas dormem na areia e as nuvens enfeitam o espaço azul.”

(Afonso Cruz, “Mar”)

Texto en Español 

Como el cangrejo...

El cangrejo, sensible a lo desconocido, se esconde en la retaguardia de las rocas, haciendo difícil distinguir su forma, ya que alberga una vestimenta del mismo tono del entorno que eligió para habitar. Ni siquiera sé qué color, tal vez un marron, o un gris... a veces muy oscuro, cuando el agua del mar lo salpica, en un va y viene, rítmico. Y así es como el animal pasa su existencia, tomando la maresia como cómplice, fiel al gusto salado que le penetra el caparazón.

Encuentro identificación en las características de este animal que dicen ser el símbolo del signo del zodiaco, Cancer, en una estrecha conexión con el mundo acuático. De todos los elementos de la naturaleza, el agua es mi mayor fuente de inspiración para ser simplemente yo. Confieso que me es difícil explicarlo con palabras, se trata de una sensación que emerge, naturalmente, a través de mi piel y me conduce a un estado de serenidad, sea cual sea la circunstancia.

Hay algo en mí que me empuja hasta el baño de mar o río, incluso si la temperatura no es atractiva para la mayoría de las personas. Siento una energía de acogida, que me permite limpiar todo lo que me pesa, me preocupa y me desgasta. Con cada inmersión, dejo un poco de mis capas, de mis esfuerzos y de mis dolores. Las angustias y frustraciones son arrastradas por la marea muy lejos y las olas exfolian los subterfugios de las sombras que a nadie confieso.

Por último, permanezco boca arriba, flotando, percibo el sol golpeándome la cara y el movimiento del agua, masajeando cada célula de mi sagrado cuerpo. Por breves instantes, la mente se vacía por completo, me detengo en el "nada" que se transforma en el "todo", un preludio de felicidad.

Como el cangrejo, las lágrimas se funden con la inmensidad del mar, en una fusión de paz y comprensión infinita. Agradesco, por otra oportunidad de estar allí, recogiendo el regalo de (re)nacer, una vez más.

"Hay una especie de cielo en el mar, donde las rayas vuelan como pájaros, las estrellas duermen en la arena y las nubes adornan el espacio azul."

(Afonso Cruz, "Mar")

 

Comentários

Mensagens populares